El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, acompañado por la diputada de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, María Angustias Velasco, ha hecho hoy entrega de los I Premios Degusta Jaén, con los que se reconocen aquellas iniciativas, personas u organizaciones ligadas al sector agroalimentario de la provincia que han destacado en su ámbito de actuación.
La empresa Productos Campos, el espárrago de Congana, el producto “Summun del Sur”, de Cárnicas Chica, la Eco-tienda "Tierras Vivas", el restaurante “Cantina La Estación”, y el chef Alfonso Esquinas han sido los galardonados, seleccionados de entre las 58 propuestas presentadas a esta edición.
Nuestro más sincero agradecimiento y nuestra enhorabuena al resto de galardonados.
Esto fue lo que dio de sí nuestro pequeño minuto ante el micro:
"En primer lugar dar las gracias al Jurado. Somos un proyecto joven y muy modesto y estoy segura de que la competencia ha sido dura. En segundo lugar quería compartir este premio con aquellas personas que hicieron posible el nacimiento de “Tierras Vivas”, aportando recursos de diferente tipo en un momento en el que si cualquier emprendimiento es difícil, hace dos años era casi misión imposible. Asimismo con las personas que actualmente nos brindan su confianza cada día apoyándonos con su compra y su participación en nuestras actividades. Y quería agradecer muy especialmente, porque es la base que sustenta todo nuestro trabajo, a los agricultores, a las agricultoras, a los ganaderos y las ganaderas que nos dan de comer. Para ellos mi admiración y mi profundo reconocimiento. Por último, quería también aprovechar, para romper una lanza en favor del comercio de proximidad y de la labor de los pequeños distribuidores locales en un sector, como el ecológico, en el que tienen una imagen totalmente denostada. Aún moviéndonos en un mercado local, 100 km de ida y otros 100 de vuelta son muchos kilómetros para muchos pequeños productores y el papel de aquellas empresas que ayudan a mover el producto de un sitio a otro y ponerlo a disposición de los consumidores es fundamental. Por eso quería recordarle tanto a los productores como a los consumidores, que la longitud de un canal no se mide en el número de eslabones que tiene esa cadena sino en la conexión emocional y cultural que existe entre quien cultiva ese alimento y quien se lo come. No importa tanto si hay una persona o dos o tres en esa cadena, como si esas personas aportan realmente valor a ese producto y si al final el foco sigue en lo que realmente importa que es el productor y el territorio. Nosotros estamos convenicidos de ello y por eso, como siempre decimos, nos hemos empeñado en que los alimentos que ponemos en el plato sigan teniendo cara y sigan teniendo, sobre todo, corazón. Muchas gracias”.