Se trata de actividades turísticas en áreas agropecuarias, que proporcionan al viajero contacto directo con las actividades agrarias tradicionales y las manifestaciones socio-culturales asociadas. El agroturismo comprende, asimismo, la prestación de servicios de alojamiento y restauración por parte de los agricultores, ganaderos o artesanos alimentarios, pero con la particularidad de que éstos se realizan en la propia explotación. Puede entenderse como un paso más allá del turismo rural, ya que ahora no solo se trata de descansar en el campo, sino de participar y experimentar en primera persona la auténtica vida rural En tanto que aborda los denominados “ecosistemas culturales” (la naturaleza trabajada por la mano del hombre), suele enmarcarse en el ecoturismo y éste en el turismo rural. Como actividad complementaria, diversificar el origen de las rentas agrarias y aumenta el valor añadido de sus productos, sirviendo, al mismo tiempo, como promoción.