La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Comprende la totalidad de genes, especies y ecosistemas de una región y es producto de cientos de millones de años de evolución, tanto por procesos naturales como de origen humano. A lo largo del tiempo, surgieron culturas que se adaptaron al entorno local, descubriendo, usando y modificando los recursos bióticos locales. Muchos ámbitos que ahora parecen "naturales" llevan la marca de milenios de habitación, cultivo de plantas y recolección de recursos. La biodiversidad ha sido modelada, además, por la domesticación e hibridación de variedades locales de cultivos y animales de cría. Se divide en tres categorías jerarquizadas: diversidad genética, de especies y de ecosistemas. Es decir, no sólo hace referencia a las especies de seres vivos, sino que comprende igualmente la variedad de ecosistemas y las diferencias genéticas dentro de cada especie que permiten la combinación de múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el planeta. Conservar la biodiversidad, es clave para el desarrollo sostenible, siendo uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos que debe abordarse desde una perspectiva integradora y globalizadora en el que todos estemos involucrados.
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